Hola amig@s
Llega el otoño, momento en el que el
campo salmantino se viste de múltiples colores, llegando los cambios que
preceden al duro invierno. Como muchos sabéis, con las primeras lluvias tiene
lugar un acontecimiento mágico en la naturaleza, la berrea del venado. Es un
auténtico espectáculo, muy esperado tanto por cazadores, como por fotógrafos y
amantes de la observación de fauna. Por mi parte salgo al campo con el fin de observar,
escuchar y en ocasiones, si es posible fotografiar o filmar los ciervos.
Summary
Hello! In this post I'm going to write
about different images that I photographed at the end of Summer and the
beginning of Autumn. At this moment the deer rutting season is taking place and
you can enjoy, in the province of Salamanca, the pleasure of listening to the
bellowing in the forests heart. We went to the Nature reserve of “Batuecas -
Peña de Francia”, “Sierra de Camaces” and “Sierra de Gata” to enjoy it, taking
several photos in these beautiful areas with the vegetation and the
principal focus: the animals. Here it is more difficult to see deers than in
other places. Enjoy reading the post and seeing the picture. Bye! .
Este año voy a dejaros una introducción
que el gran maestro, el Dr. Félix Rodríguez de la Fuente nos dejaba en una de
las joyas naturalistas, sus cuadernos de campo, en concreto en el número 51,
dedicado a “Los Cérvidos”.
“Pocos espectáculos hay en la naturaleza
comparables a la berrea de los venados. El imperioso desafío de los machos se
escucha a kilómetros de distancia. Los choques de las ramificadas cuernas
resuenan como disparos. La violencia de los desasosegados sultanes siempre
prestos a enfrentarse con un nuevo rival, parece inagotable. ¿A que conduce tal
despilfarro de enegía? ¿Qué ventajas puede representar para la especie los
animados y míticos torneos de los coronados paladines? En la berrea de los
venados no solo podemos contemplar el más bello y vigoroso espectáculo de
nuestros bosques, sino que representa uno de los más elaborados mecanismos
biológicos para la selección sexual de los individuos más aptos.
El venado con la cuerna más
desarrollada, más grande, más vigoroso y más fuerte vencerá y se quedará como
dueño del harén, teniendo la oportunidad de legar a sus descendientes sus
caracteres genéticos. El débil al no perecer, está en una situación transitoria
y tendrá la oportunidad de acceder al juego reproductor al otoño siguiente.
La voz atronadora de los venados es la
más genuina manifestación del esplendor y armonía de la naturaleza”.
Tras esta concluyente exposición a la
que no se le puede añadir nada más, paso a mostraros imágenes y textos de lo
conseguido en la berrea de este final de verano.
Al igual que en 2019, la observación de
la berrea ha tenido lugar íntegramente en rincones naturales salmantinos, en
tres bonitos enclaves como son la Sierra de Francia, la la Sierra de Camaces, y
Sierra de Gata.
En primer lugar nos acercamos al Parque
Natural de las Batuecas – Sierra de Francia, donde podemos disfrutar de la
berrea y de gran variedad de fauna en un marco incomparable. Ya estaba muy
cerca la puesta de sol, aún así no berreaban demasiado, quizá por las escasas lluvias y una menor
competencia por su harén. Un ciervo joven, varias hembras y dos machos de cierta
edad escondidos entre el monte fueron lo más destacado de la tarde.
Ciervo joven nos observa desde la espesura del monte.
Otro venado entre el arbolado, no fueron fáciles las observaciones.
Un ciervo de mayor tamaño entre la espesura del monte.
Dos hembras nos observan antes de internarse entre el arbolado.
Otra tarde nos dirigimos a la Sierra de
Camaces, siendo un lugar que visitamos asiduamente durante todos los años. Los
ciervos estaban recelosos y solamente pudimos observar un macho con tres
hembras. Eso sí, nos dejaron para el recuerdo muchos berridos y unas bonitas
carreras.
Tres ciervas en la dehesa.
Venado y de fondo en encinar.
Un espectáculo ver carreras de ciervos en plena berrea en Salamanca.
El venado persigue a sus hembras.
El viejo venado nos observa.
Persecución de las ciervas justo al atardecer.
En otras ocasiones visitamos el
Espacio Natural Protegido de El Rebollar, y este año, aquí fue donde más hemos
disfrutado. Éstos días fuimos provistos de material de camuflaje como hides y
redes para tras visitar diferentes lugares, situarnos en sitios clave para
intentar avistamientos cercanos que dieran posibilidades a la toma de buenas
imágenes.
Para hacer la espera más llevadera lo ideal era aprovechar el tiempo y fotografiar también otros animales a los que permanecíamos invisibles desde nuestro puesto.
Esperando a los venados desde el hide, entre el robledal.
Mosquitero común (Phylloscopus collybita).
Mosquitero común dándose un buen baño en una antigua baña de jabalí.
Embelesados con las pequeñas aves del
bosque estábamos cuando una hembra nos entró en el puesto, su intención era
saciar su sed tranquilamente y volver a marcharse por donde había venido. Un
gran momento, ahora solo nos quedaba esperar por algún gran macho.
Cierva en charca.
Cierva bebiendo.
La cierva se relame y se marchó por donde había venido.
Continuamos fotografiando los pequeños habitantes del bosque, en este caso una lavandera blanca (Motacilla alba).
Los anfibios, muy frecuentes también en el entorno.
Mientras tanto, seguíamos con la espera
se escuchaban muy frecuentemente los berridos de los grandes machos, cada vez
latían más cerca y con más fuerza, las lluvias previas posiblemente ayudaron a
la mayor actividad de los venados, mostrándonos la berrea en todo su esplendor.
De repente tras varios berridos muy cercanos escuchamos el chocar de cuernas,
¡se estaban peleando! ahora sí que nos pusimos vigilantes. La cruenta batalla
que iniciaron duró tiempo, entre 15 y 20 minutos escuchamos las carreras, berridos
y el chocar de cuernas a escasos 50-70 metros de nuestra posición, una pena que
el robledal nos tapaba absolutamente toda la zona del
enfrentamiento.
Por suerte al poco tiempo un macho se asomó al bebedero en el que nos encontrábamos, pudiendo tomar una bonita imagen, sin embargo receloso se dio la vuelta y no nos permitió disfrutar más de él. Sin duda era uno de los dos machos que habían tenido el enfrentamiento.
Venado asomado a la charca entre el robledal.
El ciervo se marchó desconfiado.
La no entrada al bebedero de este macho fue una lástima, pero sin duda era uno de los que nos había hecho disfrutar de unos momentos impresionantes, aunque la batalla, solamente la pudiéramos percibir con el sentido del oído.
Espero que el resumen de la berrea de este año os haya gustado.
Un saludo y hasta pronto.