Fotografía del mes de abril.
Durante este mes de abril he tomado varias imágenes que me han llamado la atención, de todas ellas, he elegido esta, tomada desde la zona de Finisterre. No es precisamente una imagen espectacular, pero su elección ha sido por dos motivos:
- El viaje, en el que vivimos buenos momentos en los alrededores de Santiago de Compostela.
- Por su significado y la singularidad geográfica del lugar. Enclave de ritos y leyendas, cuyo nombre deriva del latín, finis terrae, en concreto significa el fin de la tierra.
El recorrido hasta llegar al Cabo de Finisterre posee una naturaleza salvaje, con aguas bravas y maravillosos bosques, que en ocasiones se observan quemados por el azote de los incendios, la mayor parte intencionados como sucede en gran número de montes gallegos.
Desde hace muchos años, gran parte de los peregrinos del camino de Santiago, no acaban su camino en la ciudad, sino continúan la ruta hacia Finisterre para cumplir la tradición y quemar parte de la ropa con la que se ha hecho el camino como símbolo de purificación y renovación interior de todo peregrino.
Vista desde Finisterre. Se observan los tojos o toxos (Ulex europaeus) en flor.
Esta especie, con su flor amarilla tan característica, es denominada también retamo espinoso y se encuentra incluida dentro de la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido a su capacidad para reproducirse y colonizar áreas alteradas.
Espero que os guste. Hasta pronto.
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